Hoy quiero compartir algo que me inspira mucho. Algo sobre personas que han buscado sobre ponerse y superar aquello que les llegó o sucedió, hiriéndoles el cuerpo, la mente o el alma, pero que después de ello, salieron más fuertes y mejores de esos hechos.
Cómo somos capaces los humanos, los seres, de florecer desde las heridas que nos marcan.
Cómo tenemos la capacidad, de gestionar y transcender ese dolor producido, sacando lo mejor de nosotros mismos y ser capaces de encontrar algo bueno, inspirador o beneficioso de una situación que puede llegar a ser muy dramática o dolorosa.
Por eso hoy, esta entrada se la dedico a todas esas personas que han compartido y que han vivido situaciones así, y que después de un tiempo y un proceso, han vuelto a resurgir y ser unas personas mucho mejores que anteriormente.
Y para cada uno de nosotros. Porque en el fondo, da igual el "tamaño" de la herida, la "potencia" o la "profundidad". Es verlo como algo que te está molestando o dañando y de lo cuál, podemos ser capaces de darle una vuelta y sacar de ello un gran aprendizaje y valor.
¿Te ha ocurrido alguna vez algo así? ¿Cómo lo viviste y que has sacado de todo ello?
Cada uno en su vida y con sus circunstancias. Y coger esos ejemplos maravillosos que nos abran la mente y el corazón para ponerlo en práctica en nuestra vida y hacer crecer nuestra capacidad y sacar nuestro potencial.
Así que hoy, gracias a todas ellas y gracias por ser ejemplos de inspiración y aprendizaje.
En el deporte, puede que una vez sufrieras un momento de humillación en el que, tras cometer un fallo en una jugada relativamente sencilla, el estadio se volvió contra ti y te sentiste humillado. Pero fuiste capaz de pasar ese momento doloroso, recomponerte, y ser capaz de afrontar momentos más críticos y difíciles de tu carrera deportiva. Eso te hirió. Y a la vez te sanó. Te fortaleció. Te elevó.
Aprendamos de cada momento.
Aprovechemos cada situación.
Adquiramos herramientas y conocimiento para seguir creciendo.
Avancemos hacia nuestra mejor versión.
Gracias por leerme.
Un abrazo y feliz día.
Andrés López.