Comienzo con las palabras del gran poeta Antonio Machado:
"Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar."
El camino no podemos verlo dibujado desde ya. ¿Qué sería eso? ¿Qué significaría saber ya nuestro camino, conocer todas las subidas y bajadas, las piedras y las rectas? ¿Y por qué tener un camino ya pre establecido y ser conocedor de ello? ¿Parecería aburrido, o al menos, que nos generaría eso? ¿Certidumbre? ¿Seguridad? ¿Alegría o tristeza?
¿Y si somos nosotros capaces de construir ese camino, con todo nuestro potencial, el amor y las ganas, la pasión y ese gran poder que vamos descubriendo al hacerlo?
O crear algo totalmente opuesto. Estar en guerra y lucha, en agitación y frustración constante, peleando con la vida porque nuestro ego inventa una realidad que dice debería ser así, pero nos alejamos de cada paso que damos, enfocándonos en un pasado o en un futuro.
Además, cuando damos cada paso, nos descubrimos más, sentimos que es o no ese el camino, si es lo que nos llena de verdad o hace falta retocar algo. Si debemos emprender otro paso en esa dirección o cambiar el rumbo.
Porque hacerlo, es atreverse, es lanzarse, es ser valiente. Confiar en la vida y en ti. Porque eso te hace aprender y descubrirte. Te hace ver tus fortalezas y debilidades. Te hace encontrar personas que están a tu lado. Te ha crecer. Te hace avanzar. Te hace evolucionar como Ser Humano.
Yo, experimento mi camino de construcción y aprendizaje. Con sus baches y bajadas. Con sus subidas y curvas. Con sus piedras y sus arenas movedizas. Pero también con sus flores y con sus árboles. Con sus frutos y su Luz. Con su Sol y con su Sombra. Con sus descansos y sus apretones. Porque eso me hace ser más yo. Porque eso me hace sentirme más yo.
No concibo conocer el camino desde el principio y que ya todo estuviese tan organizado y concretado que fuese monótono hacerlo. Y si como dicen, mi Alma ya lo sabe, y mi camino está escrito (Maktub, todo está escrito, como lo llaman), el no ser conocedor yo directamente de ello me da pie a decidir, a actuar y a elegir, a equivocarme y aprender, a ir en una dirección que no es y retomar el rumbo, recordando mi viaje en esta vida y experimentando la vida humana en todo su esplendor, pues la luz y la sombre está en la propia vida, y por tanto, está también en mí.
Y ese viaje, ese camino, es el que me permite a cada paso, elevarme e integrar más en mi ser el amor, la paz y la luz que llevamos dentro.
Te leo.
Un saludo.
Andrés López.